Autor: Lic. Maria Dolores Galdeano

Fecha: 9, 10 y 11 de noviembre.

OBJETIVO:

El presente trabajo intenta mostrar las herramientas  idóneas para una buena gobernanza aunando a las tareas de control, necesarias para analizar las Rendiciones  referidas  al  conjunto de: Los    Recursos Públicos que ingresan a las Cuentas Bancarias y su disposición por parte de la Tesorería, provenientes de las cobranzas originadas  por el recupero costos  del nuevo marco legal regulatorio de Políticas públicas relacionados con la Administración Financiera  del Estado, en materia de   Ejecución y Control del Gastos y Recursos Públicos.

Gobernanza como concepto de la real academia es “el arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”, esto demuestra que la gobernanza surge como la necesidad de promover mayores niveles de eficiencia y productividad en los servicios públicos. El programa de las Naciones Unidas para el desarrollo define la gobernanza como el ejercicio de la autoridad económica, política y administrativa para gestionar los asuntos de un país en todos los niveles.

         Para lograrla funcionalidad de esa estructura para ejercer sus competencias atendiendo el principio de legalidad y operar con eficiencia y eficacia, fueron adoptándose modelos para la administración pública dejando de lado los anteriores que hicieron crisis; esto provoca una reflexión acerca del modelo apropiado para que la administración pública cumpla sus fines satisfaciendo a los ciudadanos.

EVOLUCION HISTORICA.

Los mecanismos de reclutamiento se formaron a partir del siglo XIX a partir del tener en cuenta el mérito, la garantía, la permanencia y el pago del salario fijo, el propósito era marginar a los políticos del campo de la administración del personal y eliminar el padrinazgo político, con esto se gozó de un status de protector imparcial del interés público y se convirtió en un símbolo de estabilidad y continuidad.

Con esta adopción del modelo Weberiano se procuraba reducir el clientelismo. La corrupción y el clientelismo, la politización mediante la aplicación de normas basadas en el mérito para el reclutamiento, la promoción y la estabilidad del empleo público, con la finalidad de aislar la burocracia de la política; esto llevo a un modelo de servicio público apolítico, que servía a cualquier gobierno de turno; estabilidad laboral y ascenso en méritos, restricción del uso del cargo para beneficio personal ; en conclusión en un sistema organizado de mando y subordinación, implica un concienzudo aprendizaje profesional, muy importante la vinculación y permanencia del funcionario que responde a una carrera basada en el mérito.

Después de la segunda guerra mundial se produce el aumento del volumen orgánico de las administraciones publicas occidentales en función de la extensión de la prestación delos servicios a toda la población, aplicación del Estado Social de derecho, lo que llevaba hacer insoportable presupuestariamente su atención. En muchos caso el servicio civil es un instrumento de movilización política y padrinazgo, lo que convirtió al empleo público a ser un recurso para distribuirse entre los seguidores y los ganadores del juego electoral, convirtiendo a los servicios altamente politizados, además del otorgamiento de subsidios sin considerar el costo fiscal, el costo de financiamiento,  la viabilidad económica y el control de su ejecución, interferencia en el sistema de formación de precios mediante la regulación de los mercados, reglamentarismo burocrático en las tareas de fiscalización, control y regulación, derivando en organizaciones distorsionadas en cantidad y calidad del recurso humano, llevando al deterioro de la calidad del servicio público.

Esto llevo a la crisis del modelo burocrático, llevo a la formulación del paradigma postburocratico; pretendió modificar los valores de las organizaciones públicas hacia nuevos conceptos, calidad del servicio ciudadano-cliente, aportación de valor, incentivos innovación, flexibilidad  e impulso a la discrecionalidad de los empleados públicos, estos propósitos se aplicaron como estrategias la reducción del gasto público y la disminución de la actividad del Estado, mediante la privatización , la desregulación y la externalización de funciones y servicios; los esfuerzos de la década de los 80 estuvieron orientadas al mercado, irradiando a la reforma del Estado en su administración. Los ejes centrales de la transformación estructural del Estado y su administración, fueron la privatización, desregulación cambio en la organización y gestión de las funciones estatales mediante la descentralización y la aplicación de tecnologías readecuación de los recursos humanos.

Frente a los problemas se propuso un nuevo modelo que respondió a distintos matices, administración publica gerencial o gobierno empresarial, lo que llevan a introducir en el sector público mecanismos propios de la empresa privada.

Como lo señala la ONU, la gerencia publica como modelo de gestión para el sector publico aparece por la creencia de que la gerencia es una ciencia genérica que puede aplicarse indistintamente en los sectores privado o público; Sus políticas tienen que ver con la orientación, motivación y control del núcleo del sector público como un todo y sus instrumentos son las reglas institucionales y las rutinas organizacionales en las áreas de planificación del gasto

La transición del modelo burocrático al postburocratico implica pasar del interés público a los resultados apreciados por los ciudadano de la eficiencia a la calidad y el valor  de la administración a la producción del control a la consecuciones la adhesión a las normas más allá de las funciones, la autoridad y la estructuras de la imposición de responsabilidad a la construcción de la rendición de cuentas, de la justificación de costos y la provisión de valor más allá de las reglas y los procedimientos . Estas reformas en la organización y gestión de los servicios constituyeron una respuesta a la crisis fiscal, cuya solución fue la reducción del estado, con la privatización se obtuvieron servicios de calidad.

La nueva gestión pública provocó un movimiento de reforma del sector público, basado en el mercado como modelo de relación política y administrativa.

La gestión pública globalizada es el resultado de la estandarización de la administración pública singular de cada país, bajo el mismo esquema de organización y funcionamiento, lo que lleva que cada administración pública individual debe quedar uniformada bajo un patrón universal. La nueva Gerencia Publica se caracteriza en los resultados y la medición del desempeño, la evaluación, el acenso y la reducción de costos, la insistencia en la reducción del tamaño del gobierno. Este cambio implicaba la búsqueda de la modernización de la administración pública, superación del sistema burocrático basada en la reforma del sector público, centrada en el recurso humano; la adopción del gerencialismo como técnica de gestión, orientada a la transformación de la relación en la administración y la sociedad y la orientación al servicio público que se focaliza en la gobernabilidad; ese modelo gerencial procuraba terminar con las ineficiencias y las rigideces de la burocracias mediante la desestimación de una cantidad de reglas, las de personal garantizando a los administradores o gerente público la discrecionalidad para generar sus dependencias con la obligación de asumir la responsabilidad por su desempeño. Era necesario asumir la función de los recursos humanos como una función directiva de carácter estratégico, alineada a la planificación estratégicas, una nueva política retributiva para los empleados públicos en las que una parte de las remuneraciones estuviera ligada al desempeño, y donde la selección, promoción, formación e incentivación del personal obedeciera a la implantación de la gestión de competencias.

La reforma de la administración pública burocrática tenia implícita los siguientes aspectos. Evaluación de la permanencia en el cargo en función del cumplimiento de los objetivos específicos estipulados en los planes operativos fijados en los convenios de desempeño. Establecimiento de sistemas de capacitación de primera calidad que atendieran las necesidades específicas de cada función; Garantía de una carrera profesional que permitiera tanto el ascenso vertical como la movilidad horizontal; la remuneración como incentivo para obtener un mayor desempeño y mantener y atraer a profesionales calificados; otorgamiento de mayores niveles de autonomía en función del desempleo, aseguramiento de que el prestigio social del administrador publico estuviera ligado a los resultados de su gestión.

En resumen esta formulación gerencial estaba constituida por la orientación al cliente ya fuera el ciudadano u otras dependencia estatal, el gerenciamiento de carácter empresarial, el presupuesto y la evaluación por resultados y desempeño, la mayor autonomía de las unidades ejecutoras junto con mayor libertad de elección de medios de sus agentes administradores, la remuneración en base al desempeño, la creación de mercados internos entre las dependencias estatales y la ponderación del costo frente a la prestación del servicio por el sector privado.

En resumen ese modelo del Estado Gerenciamiento implementado en diferentes países, especialmente en el mundo anglosajón, se enfocó en la eficiencia y en la creencia de las reformas procedimentales y estructurales haciendo que un gobierno trabajara eso y costara menos .Esto no fue compartido, algunos países de tradición no se mostraron permeables a este cambio, no veían como solución y se opusieron al modelo.

Este modelo fracasa porque se centra en el bajo grado de responsabilidad de los funcionarios respecto a la sociedad, utilizando mecanismos de gestión privada se desatienden las necesidades propias del sector público, viendo al ciudadano como cliente sin darle participación para definir la calidad y cantidad de los bienes públicos.

Para superar el gerenciamiento público, surge el paradigma de la gobernanza, que es una mezcla entre los distintos sistemas de gobierno y entre las organizaciones privadas y la sociedad civil dándoles participación a todas. Ante el fracaso del gerencialismo público debe pasarse a un modelo de interés público, producto del dialogo con la intermediación de intereses de los ciudadanos, el empresariado y el gobierno.

Entonces el nuevo modelo de administración publica esa basado en las personas (servidores públicos) y las personas (ciudadanos) para ello se requiere un liderazgo y empuje al cambio; dicho empuje pueden ser intensas en los servidores públicos, sistemas de información, presupuesto por objetivos y programas y extensa participación pública y mecanismos de concertación, se reintroduce el control político sobre la burocracia, con control legislativo.

Los servidores públicos son el elemento principal de construcción de la nueva administración valorando la profesionalidad, aplicando mecanismos de motivación y revalorización de la dedicación al sector público.

Los sistemas de información y comunicación permiten contar con instrumentos de gestión de la información para aumentar la eficacia de la acción pública por la acumulación de datos y mejorar la eficiencia por la reducción de costos en la formación de la toma de decisiones; el uso de las TIC debe ir de la mano con la modernización de la cultura de los servidores públicos y del marco legal que regula la actividad. La formulación y ejecución del presupuesto por objetivos y programas permite medirlas eficacias en el logro de los objetivos definidos mediante la evaluación de los resultados. Como conclusión veo que es necesario no centrarse  de manera cerrada en sobre alguno de los sistemas sino implantar objetivos claros del modelo burocrático y avanzar sobre la construcción de la gobernanza, porque vimos que el sistema Weveriano implantaba un sistema público profesional y meritocrático, la subordinación de las actividades de la administración a la autoridad política y el pleno respeto a la legalidad, y la gobernanza implanta incentivos institucionales a los nuevos modelos de cooperación pública y privada, con formas de control que permitan la participación directa de los ciudadanos sobre la administración pública como su influencia indirecta a través de sus representante políticos..

MARCO TEORICO:

GOBERNANZA:

CONCEPTO: Los recursos públicos son aquellas riquezas que se adquieren a favor del estado para cumplir con sus fines, y que en tal carácter ingresan a la tesorería.

EVOLUCIÓN CONCEPTUAL: El concepto de recurso público ha sufrido una profunda trasformación.

Ello se debe a que el concepto sobre las funciones estatales se ha ido ampliando y hoy se admite que el Estado debe intervenir en la economía nacional, tratando de asegurar el bienestar social y el desarrollo económico.

Se observó con respecto a los ingresos públicos: que el Estado, recurriendo a sus distintas fuentes de recursos, obtiene ingresos y produce efectos decisivos, tanto económicos como sociales (redistribución de riquezas, aceleración de la tasa de crecimiento, estímulo o desaliento a ciertas actividades, etc.).

Por eso, las concepciones financieras modernas consideran que el recurso no puede limitarse a asegurar la cobertura de los gastos indispensables de administración, sino que es uno de los medios de que se vale el Estado para llevar a cabo su intervención en la vida general de la nación.

Esto no significa dejar de admitir su finalidad principal de cubrir los gastos públicos, pero a su vez se advierte que además de esa función, los recursos por sí mismos, pueden ser instrumentos para que el Estado desarrolle su política intervencionista en la economía general.

Este concepto no es nuevo. Hace ya mucho tiempo, la utilización de los derechos de aduana fueron con finalidad protectora, y no fiscal, había demostrado que los procedimientos inventados y perfeccionados sucesivamente en el transcurso de los años para la cobertura de los gastos públicos, podían ser desviados de su primera finalidad y empleados para realizar una intervención del Estado en los diversos campos de la actividad social, y sobre todo en el campo de lo económico.

Definición amplia del profesor Valdés Costa: Recursos son todos los ingresos en las arcas estatales, sea cual fuere el concepto por el cual los fondos ingresan.

Suele diferenciarse la palabra “RECURSO”, que sería toda suma percibida, de la palabra “INGRESO”, que se referiría específicamente a sumas que efectivamente entran en la tesorería. En general ambos términos se utilizan indistintamente y con sentido equivalente.

Antecedentes:

La corrupción constituye el principal problema para el buen funcionamiento del gobierno. Los estudios realizados muestran que el Centro de Gobernanza destacan la disfuncionalidad de las instituciones y las debilidades de la gobernanza dejan espacios para la corrupción y obstaculizan el potencial económico y social del país, la falta de voluntad política para atender y resolver los problemas apremiantes del país no permite configurar una voluntad capaz de llevar a cabo las transformaciones que necesita en forma urgente nuestro país; es necesario aplicar un enfoque integral de gobernanza publica en un clima de transparencia, rendición de cuentas y participación de todos los miembros de la sociedad, los medios de comunicación, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general deben trabajar juntos para poner freno a la corrupción en nuestro país y que hace peligrar la gobernabilidad y la prosperidad. La corrupción entendida como el abuso del poder delegado por el pueblo en detrimento del interés colectivo, opera a favor de los intereses particulares y no en favor del interés público y el bien común.

La gobernanza pública es considerada un antídoto para la corrupción; vemos que si existe corrupción es porque están dadas las condiciones que lo permiten y los ciudadanos lo fomentan; entre las causas que lo fomentan son:

1-Un sistema ineficiente de gobernanza que lo fomenta al no ejercer los controles necesarios sobre los actos de los funcionarios públicos.

2 -La politización de la administración publica en su expresión de partidocracia, entendida como el manejo de lo público en función de los intereses particulares de los partidos políticos, El clientelismo político que se manifiesta en dádivas, los favores, los empleos y salarios expresamente asignados a los activistas de un partido.

3 -Opacidad de la información: El manejo oculto de la información pública que genera un ambiente propicio para la corrupción.

4 -La impunidad los responsables de actos de corrupción no son castigados conforme a las leyes ni sancionados moralmente por la sociedad. La falta de sanciones y consecuencias que es parte integral del sistema, permite que la corrupción siga creciendo.

5 -Una escala distorsionada de valores: Se ha perdido el sentido de la búsqueda del bien común la actividad política solo se considera como medio para lograr el enriquecimiento rápido y fácil, sin importar como.

La corrupción genera desconfianza, dificulta el desarrollo económico, perjudica la integridad del sector privado y desvíalos fondos destinados atender las necesidades esenciales de la población y reducir la pobreza. Actúa lo dije varias veces en otros trabajos como impuesto oculto, lo que causa baja productividad, pérdidas de empleos y en última instancia inhibe el desarrollo y la prosperidad del país. La corrupción también entorpece la creación de pequeñas y medianas empresas, demuestra que la corrupción destruye un país desde adentro. Esto lleva a que:

Profundiza la pobreza: Al desconocer que los bienes del Estado son públicos y pertenecen a toda la población, para dar paso al enriquecimiento ilícito de algunas personas o grupos, la corrupción profundiza las desigualdades sociales, es el atraso de un país, el dinero de todo el pueblo no se invierte en las necesidades del interés público.

Viola el ordenamiento jurídico: Es el abuso de la función pública, la arbitrariedad y el desconocimiento del estado de Derecho. Atenta contra las leyes que imperan en un país y se opone al interés público y al bienestar común.

Reduce la eficiencia de la administración pública y aumenta al gasto gubernamental: La corrupción desalienta el trabajo honesto, obstaculiza la prestación de servicios públicos y los encarece. Además aumenta al gasto de los gobiernos y reduce sus ingresos, distorsionando la economía de un país.

Provoca desencanto político. La gente pierde la confianza en su gobierno, en los partidos políticos y en la democracia como sistema. La corrupción resta legitimidad a las instituciones públicas y alimenta la violencia social, esto provoca el desencanto del electorado frente a la corrupción de los políticos

Es necesario cuestionar la forma de cómo se accede al poder político en un país, esto tiene que ver con la manera como el financiamiento de campañas y partidos políticos se ha convertido en una usina de corrupción, un factor de inequidad y restricción del derecho a ser elegido o limitante para el ejercicio de la política, la poca supervisión de los donativos privados, el desvío respecto al origen, monto y destinación de los recursos de campañas, la incidencia de recursos ilegales en las contiendas electorales, lo cual abre las oportunidades  para actividades clientelares por intereses ilegales a través del financiamiento de campañas electorales.

Las inversiones y el clientelismo político se convierten en altos riesgos de corrupción en la contratación pública. Los procesos de contratación pública que involucran sumas amplias de mucho dinero y recursos públicos, lo vimos el caso de compras en todas las áreas de salud pública con motivo del COVID-19, la solución normativa y regulatoria se queda corta cuando se idean y ponen en marcha esquemas deliberados de corrupción que cuentan con todas las capacidades jurídicas y financieras para aparentar el cumplimiento de la norma, logrando al final desviar las decisiones públicas con el apoyo de políticos, empresarios y empleados gubernamentales.

Reitero cuando la confianza pública en el gobierno es baja, los ciudadanos se muestran apáticos y renuentes a participar en los procesos de gobierno. Entonces la confianza es un requisito previo esencial para el fortalecimiento de la capacidad de gobernar y el trabajo colectivo entre diversos sectores de la sociedad, como base de la cooperación social y el logro de las aspiraciones y metas colectivas de un país.

Señores en nuestro país al igual que en muchos países de américa. Persiste una forma de hacer política caracterizada por la intromisión indebida entre los poderes públicos (Ejecutivo-Legislativo y Judicial) y la gestión de intereses de manera opaca entre ellos mismos. La fractura en la separación de poderes que arrastramos hace décadas ha debilitado seriamente su independencia y la rendición de cuentas. Es decir el control que debería ejercerse entre unos y otros ha sido reemplazado por un sistema transaccional en el cual las diferencias entre el ejecutivo y el legislativo se resuelven con la asignación de recursos y cargos públicos y los mecanismos de control para la designación de funcionarios en altos cargos ejecutivos y los nombramientos de empleados para tramitar favores e intereses desde el ejecutivo y el legislativo haca el sistema de justicia.

El buen gobierno depende de la confianza pública, los ciudadanos esperan que los funcionarios públicos sirvan a los intereses del ciudadano con equidad y manejen los recursos en forma adecuada diariamente… La prestación de servicios de calidad, agiles y confiables, así como la credibilidad de las políticas públicas y las instituciones políticas y gubernamentales, inspiran la confianza del público y crean un campo uniforme y coherente para movilizar la gestión del gobierno.

La confianza, como pilar de la gobernanza se refiere a un entendimiento básico entre los miembros de una sociedad en la que viven; en la gobernanza es un criterio indispensable para construir el capital social, también se refiere a las expectativas de los ciudadanos en cuanto al tipo de gobierno que deben tener, la manera que el gobierno debe funcionar e interactuar con otras instituciones socioeconómicas y la ciudadanía y el comportamiento de los funcionarios públicos.

Para lograr la prosperidad de nuestro país, el país que queremos, tenemos que trabajar de manera colaborativa y complementaria en las prioridades colectivas que ya tenemos claras, debemos lograr un modelo deliberativo verdadero y la búsqueda de consensos dirigidos a la acción y los resultados.

Es necesario aprender de las lecciones de crisis vividas para no repetirlas y generar la prosperidad para construir un país mejor. Es necesario fortalecer y desarrollar la transparencia y la rendición de cuentas para mejorar la gobernanza y prevenir los actos de corrupción.

Analizando el origen de los Recursos Tributarios provenientes de la comunidad alcanzada por los Impuestos, en contraposición a los Recursos originados en la Venta de servicio que no imponen un sacrificio económico social.

Por otro lado por el incremento de los costos en Gastos en Salud: relacionados a prevención, atención y seguimientos de enfermedades, originadas por el incremento permanente del PMO, del equipamiento tecnológico, tratamientos de altos costos etc.

Por ello, es importante que desde las distintas áreas de gobierno y organismos de control coadyuven a eficientizar las recaudaciones por estos conceptos.

SITUACION ACTUAL ARGENTINA.

Según las cifras más recientes, el 37,2 por ciento de la población argentina vive por debajo del umbral de la pobreza, lo que corresponde a la enorme cifra de 17,4 millones de personas. Para ellos, la actual tendencia inflacionaria es una catástrofe humanitaria, porque los pocos pesos que tienen se están volviendo cada vez menos valiosos.

No importa lo duro que trabajen, ya no tienen lo suficiente para sobrevivir. Las consecuencias son también una creciente criminalidad e inseguridad en las calles. La lucha por la supervivencia se vuelve cada vez más difícil y la brecha en la sociedad es cada vez más profunda.

Interesa comprender aquí las dimensiones culturales implicadas en las crisis. Porque en ciertos contextos se producen crisis de confianza en la economía, crisis de confianza en la política, crisis de representación o legitimidad social. También si consideramos la angustia social ante injusticias o desigualdades intolerables, estamos haciendo referencia a una dimensión cultural. Un índice inflacionario puede ser percibido como traumático en un país y no tan grave en otro con una historia diferente. De la misma forma, en contextos nacionales diferentes, las cifras de pobreza o desempleo tienen valoraciones distintas.

Los criterios exclusivamente objetivistas para definir «crisis económica» no consideran las percepciones sociales sobre la economía. No comprenden la relevancia de las dimensiones subjetivas sobre las crisis. Para los análisis objetivistas, hay o no hay una crisis económica o política. Sin embargo, a veces resulta evidente y hay consenso. Otras veces, lo único evidente es que se trata de una cuestión de interpretación. A su vez, desde el punto de vista de las sociedades, también emerge claramente una cuestión de interpretación. Ningún sector social o político dudaba de que Argentina estaba en crisis en 2001-2002. Pero después de ese momento, han prevalecido interpretaciones contrapuestas. El término «crisis» ha sido y es parte de la disputa política. Usualmente, las connotaciones del término «crisis» son negativas. Si concebimos la crisis como ruptura de aquello socialmente considerado «normal», la valoración de la estabilidad o la ruptura depende de cómo valoramos la situación previa. La crisis de una dictadura, la crisis de los totalitarismos o las crisis de los consensos económicos neoliberales constituyen obviamente oportunidades cruciales. La percepción extendida de una situación de crisis es un territorio propicio para la imaginación política y cultural. En ese sentido, la crisis puede adquirir una temporalidad mayor, como contradicción de fuerzas históricas que impulsan a las sociedades en direcciones incongruentes.

Si descartamos la utilidad de la idea de «crisis permanente», también debemos tener capacidad para diagnosticar tanto su inicio como su final. Toda crisis ocurre en el espacio-tiempo. Tiene distintas temporalidades. Se inicia, se despliega, termina. Dura horas, días, meses, años. Tiene lapsos. Puede dividirse en etapas. Si las crisis no se cerraran, estarían fuera del tiempo. Sin embargo, es más habitual el análisis del inicio que de las resoluciones de las crisis. Cuando se abusa del término «crisis», los diagnósticos se vuelven demasiado «fáciles» y se vacían de sentido los análisis. Para que el término tenga el peso que merece, debe ser utilizado de modo restringido, como lo es en la ciencia económica o la ciencia política. A la vez, además de indicadores objetivos, necesitamos también una noción intersubjetiva. Ante estos problemas conceptuales (polisemia, objetivismo, normatismo, teleología), hay algo que emerge muy claro de esas tres crisis que vivió Argentina. Fueron crisis económicas y políticas, pero no solo eso. En los tres casos fueron crisis culturales porque hubo una ruptura de los sentidos comunes, una crisis de sentido. Sabemos que las sociedades no podrían funcionar sin una «conciencia práctica»7, sin un sentido común8, que es aquello que articula el resto de los sentidos9. Son momentos históricos en los cuales se imponen nuevos juegos de lenguaje y otros parecen diluirse10. Momentos críticos en los que se trastocan las relaciones entre lo hegemónico, lo emergente y lo residual.

Cuando el automatismo de la vida cotidiana se interrumpe en alguna dimensión crucial, se abre una crisis cultural. Entre esas dimensiones cruciales pueden estar la vida urbana, la vida económica, la vida política y los sentimientos comunitarios de pertenencia. En este los sentimientos que tiene sobre sí misma. Señalar una crisis es poner el acento en un cambio de marco. Aquello que sucede en un nuevo marco adquiere un nuevo sentido. Último aspecto, una de las modalidades de la crisis cultural es la crisis de una sociedad en Evidentemente, se trata de un fenómeno objetivo en el sentido de que es independiente de la voluntad, al tiempo que es de carácter subjetivo porque afecta las percepciones y significaciones sociales. Por eso, una característica crucial de la crisis cultural es su carácter intersubjetivo.

Una crisis económica, social o política no es necesariamente una crisis cultural, pero puede imbricarse con esta última. Puede haber otros factores que abran una crisis de sentido. Por ejemplo, un atentado considerado terrorista, la veloz depreciación de la moneda, un paisaje social novedoso marcado por el desempleo o incluso eventos naturales extremos como un terremoto o un tsunami. Una crisis cultural generalmente es disruptiva, no actúa por acumulación en el tiempo, como en el caso de las recesiones leves. Se abre con un acontecimiento, una irrupción inesperada.

La noción de «crisis crónica» alude a una sedimentación de la crisis, a la previsibilidad, que es lo contrario de lo que pretendemos significar con crisis cultural. En todo caso, puede haber situaciones económicas o sociales críticas sin que haya crisis simbólica. Es decir, si el hambre, la exclusión, la desnutrición o la muerte devienen en un tiempo-espacio una rutina, puede suceder que se instituya una «cultura de la crisis», que no es lo mismo que una «crisis en la cultura». Porque la crisis cultural es la ruptura de la sedimentación, mientras que la cultura de la crisis es la normalización de la anomalía. Si la palabra «crisis» es cotidiana en el lenguaje social, eso implica que atraviesa los modos de significación social y, por lo tanto, deja de ser de orden disruptivo. Cuando está presente en algunas sociedades durante lapsos relativamente prolongados, termina constituyendo un marco de interpretación y de comunicación. Ahora, ese marco de crisis estable o recurrente puede, a su vez, ser interrumpido por un acontecimiento inesperado. Así, un acontecimiento abre una coyuntura crítica, inaugura un marco temporal de lógica excepcional, en el que algunas de las lógicas sedimentadas de la configuración quedan suspendidas y otras emergen. Emergen a veces algo alocadamente, de manera desordenada, pero esa coyuntura tiende a estructurarse, tiende a establecer alcances y límites, tiende a instituir una temporalidad económica, política, social y cultural específica.

Las tres crisis argentinas y las respuestas populares ante ellas enseñan algo relevante para la situación actual. Durante las crisis crece una multiplicidad de acciones de la sociedad que apuntan a diferentes salidas y soluciones. Al mismo tiempo, existe una heterogeneidad de actores sociales, se despliega una disputa política por su resolución. En el corto plazo, una crisis puede resolverse en dirección a un fortalecimiento de la democracia, de los derechos humanos, como en el caso de 1983. Pero también, ante respuestas populares sin potencialidad política como en 1989, puede ser resuelta desde arriba con la instauración de un programa neoliberal que establece una hegemonía que se prolonga por muchos años. O puede implicar, como en 2003, la apertura de un ciclo pos neoliberal que solo puede ganar legitimidad mediante políticas económicas y sociales que disminuyan drásticamente los procesos de exclusión social anterior.

En otras palabras, las características inherentes de una crisis no determinan de modo mecánico su modo de resolución. Las formas que adquieran las respuestas populares y su capacidad o limitación para desplegar una alternativa política serán cruciales en los caminos que terminen prevaleciendo socialmente. En el largo plazo, las respuestas populares a las crisis producen experiencias y sedimentos relevantes en la cultura política. En ese sentido, la relación de fuerzas de este momento histórico en Argentina puede leerse también vinculada a esas y otras historias que, de modos diferentes, están presentes en las protestas actuales, en las potencialidades y las limitaciones de su resolución, en un contexto democrático.

En San Juan en el marco de la Expo Solidaria 2022, el gobierno convoca a inscribirse a todas las ONG interesadas en participar en la Expo inscribiéndose en el Ministerio de Gobierno (Registro Único de Culto y ONG; esto después de dos años consecutivos el gobierno promueve los valores esenciales de la sociedad), para ello el Gobierno destina dos millones de pesos para el financiamiento , sumado a la colaboración voluntaria y la subasta solidaria (presentándose 19 empresas privadas a colaborar con dicho objetivo; El fondo total es repartido equitativamente entre todas las instituciones que participen de la Feria de ONG.

El requisito esencial para participar las ONG que estén inscriptas en el registro Único de Culto y ONG, participaran diferentes actores de la sociedad (Estado. Empresas, instituciones intermedias y voluntarios de distintas especialidades) quienes en conjunto con las ONG expresan su compromiso social, colaborando de forma solidaria. Esto comprende Concurso de Proyectos solidarios; Exposición de las ONG en la Feria solidaria, anuncio de ganadores de los Proyectos Solidarios, los mismos serán financiados a través de los aportes que realicen las empresas locales y los ganadores serán seleccionados, en una primera etapa, por un jurado integrado por representantes de diferentes sectores  y luego por la comunidad sanjuanina a través de redes sociales, Culmina con una noche de gala con subasta solidaria (obras de artistas locales y la presencia de quienes aporten y deseen comprar una opción para la misma. El anuncio del ganador será e la Feria de ONG donde las instituciones podrán difundir sus actividades y habrá una urna para que el público pueda donar y con cada donación se les entrega un número para participar de sorteos de diferentes comercios de san juan. El monto recaudado en la subasta, e la urna y el excedente que pidiera existir de los aportes de las empresas que participan de la exposición de la Feria ONG; todo el proceso es fiscalizado por la Escribanía Mayor de Gobierno.

Como conclusión la Expo Solidaria es un concurso de proyectos destinados a instituciones con asiento en la Provincia, financiados a través de los aportes que realizan las empresas locales .Este año por primera vez el Gobierno de la Provincia ha destinado un Fondo Extraordinario de  pesos 2.000.000; Excedente del aporte de las empresas.

Con esto vemos que si existe en la Provincia, de San Juan la sincronía del accionar de lo público con lo privado y participación de los diferentes sectores de la población.

CONCLUSION.

Estamos ante una situación atípica  donde en la Gobernanza, la colaboración de lo privado con lo público es real, asimismo la intervención de los Tribunales de Cuentas con el Control que requiere, pero nuestro país sufre una crisis crónica en lo económico político y social, ante esto debemos los organismos de control agudizar a los extremos las Auditorias que hacen a los fondos de desarrollo social para que lleguen a los beneficiarios, de nada vale el  control externo, cuando llegamos tarde a controlar como se aplicaron los fondos, ante esa situación considero conveniente que los Tribunales de Cuentas agudicen el ingenio y ante convenios con las diferentes organizaciones se trabaje a la par para fortalecer a las instituciones en lo que hace al beneficio de la comunidad, la prosperidad de un país es el trabajo conjunto de todos, cuando digo todos es gobierno , pueblo e instituciones públicas y privadas para salir de la crisis que atravesamos fortalecidos políticamente y con crecimiento económico y una sociedad con alegría DEL SER ARGENTINO .

Tenemos que trabajar de manera colaborativa y complementaria, en las prioridades colectivas que ya tenemos claras, no podemos seguir cancelando esfuerzos por buscar protagonismos.  De igual forma hay que terminar con la competencia superficial destructiva y sustituir el modelo de reflexión y debate político partidista – que en este momento se manifiesta de conflicto, dicotomías y polarizaciones – por un modelo de diálogo deliberativo de verdadero respeto a las ideas y la búsqueda de consensos dirigidos a la acción y los resultados. 

Por ello, tenemos que ser capaces de aprender las lecciones de las crisis que hemos vivido para generar la prosperidad compartida que nos debe mover a construir un mejor país. Es necesario fortalecer y desarrollar la transparencia y la rendición de cuentas para mejorar la gobernanza y prevenir los actos de corrupción.

.     BIBLIOGRAFIA

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